miércoles, 4 de febrero de 2015

Reírse del fracaso. Beatriz Lobo


Sin bling bling no hay gloria. Instalación. Museo MARCO. Vigo, 2013

Siempre he tenido debilidad por un arte outsider, aunque quizá este no sea su mejor momento. Sin embargo, en la estabilidad de las tendencias aparece de vez en cuando un artista que es capaz de devolvernos a una marginalidad y optimismo adolescente al que nos rendimos. Beatriz Lobo con su imaginario insaciable, rápido, vivo y personal engulle diferentes tipos de influencias tanto del consumo masivo de imágenes de la cultura basura, de las tendencias de las redes sociales, así como de los objetos del mercado más fútil. De hecho, algunas de esas estampas compuestas por la artista en sus pinturas e instalaciones (sus altarcitos) vienen de la visita y compra en “los chinos” o en las tiendas de “todo a cien” (ahora a 1€) y que precisamente son reflejo de una generación en la que el mundo entero se condensa en los pasillos de esas tiendas de barrio. Su lenguaje visual es colorido, alegre e incluso animista: hace reír a árboles y tiernas florecillas que nos miran con dulces ojos, pero detrás de todo – risa incluida- está el fracaso del sistema. El loser es el nuevo paradigma generacional que convive con el brillo y el estrafalario ritmo de “tú eres tu marca. Véndete lo mejor posible”.
“Dentro de ti hay una estrella si lo deseas brillará es el consuelo en bucle que cantan para despedirse los perdedores de un concurso de imitadores” dice Lobo pensando en el mítico programa “Lluvia de estrellas”.
Desde luego, si pensamos en su trabajo observamos el retrato más elocuente de nuestra desesperada generación. ¡Adiós, mundo cruel! Voy a por una bolsa de patatas fritas mientras espero que empiece el show de Bob Esponja. 
Johanna Caplliure




This New Technocracy. Óleo sobre papel. 2013



Magic Horror Serie, Óleo sobretela, 2013.

 

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